De todas las preguntas que usted se hará en su vida, probablemente la más importante es: "¿Soy yo suficientemente bueno como para ir al Cielo?" La forma de averiguarlo es preguntarse a sí mismo si usted ha obedecido los diez mandamientos (listados abajo). Muchos responderán a la pregunta diciendo, "Bueno, yo he roto uno o dos, pero nada grave, como asesinar, etc." Por lo tanto repasémoslos y veamos su resultado:
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¿Quién de nosotros puede decir que no somos culpables de quebrantar estos mandamientos? Todos nosotros hemos pecado y, de la misma forma que con la ley civil, usted no tiene que violar diez leyes para salirse de la ley, también La Biblia nos advierte," Porque quienquiera que guarda toda la ley, pero cae en un mandamiento, es culpable de toda." (Santiago 2:10) Una niña pequeña estaba en cierta ocasión mirando una oveja que comía hierba y pensaba cuán blanca parecía en contraste con el trasfondo verde. Pero cuando empezó a nevar ella pensó, "Esa oveja ahora parece sucia en contraste con la nieve blanca!" Era la misma oveja, pero con un fondo distinto. Al compararnos con los criterios de los hombres parecemos bastante limpios, pero cuando nos comparamos con la norma de la justicia de Dios, pura como la nieve blanca, podemos vernos en verdad, que somos impuros a sus ojos. Esa Ley es la norma santa por la cual la humanidad será juzgada en el Día del Juicio. Esto puede parecer extraño, pero lo peor que usted puede hacer en este instante es intentar limpiar su estilo de vida--usted se ha dado cuenta de que ha pecado, y en consecuencia a partir de ahora usted guardará los Diez Mandamientos, hará buenas obras, dirá cosas buenas y tendrá tan solo pensamientos puros. Pero ¿debería un juez dejar ir a un asesino porque éste diga que va a vivir una vida buena? No, él tiene una deuda con la justicia y por tanto debe ser castigado. La Ley de Dios es simplemente un espejo-- todo lo que hace un espejo es reflejar la verdad. Si usted viera manchas de huevo en su rostro, no intentaría lavarse con el espejo, su propósito debería ser encaminarle a usted al agua para un buen lavado. Así pues tampoco debería usted intentar lavarse a sí mismo con el espejo de la Ley de Dios...pues no es ése su propósito. La imagen reflejada en el espejo no es atractiva, pero si usted no le hace frente y reconoce que usted es impuro, toda esa " suciedad " estará presente el Día del Juicio como evidencia de su culpabilidad, y entonces ya será demasiado tarde para limpiarse. Quizás usted piense que Dios es bueno y por lo tanto pasará por alto sus pecados. Pero si usted fuese culpable de crímenes terribles ante un tribunal y dijera al juez, "Señor juez, yo soy culpable, pero creo que usted es un buen hombre y por lo tanto pasará por alto mis crímenes," el juez probablemente respondería diciendo, " Está usted en lo cierto en lo que respecta a una cosa; yo soy un buen hombre , y es a causa de mi bondad que voy a procurar que se haga justicia, y que usted sea castigado por sus crímenes." Precisamente lo que muchos esperan que les salve en el Día del Juicio, la “bondad” de Dios, será lo que les condene. Si Dios es bueno, debería castigar a los asesinos, mentirosos, ladrones, etc., y elInfierno (en Inglés) será su lamentable destino. !Qué lugar más terrible debe ser el Infierno! Si lee usted en el periódico que un hombre ha recibido una multa de 5 dólares por un crimen, usted podría suponer que el crimen fue insignificante. Pero si un hombre recibiera cadena perpetua, usted concluiría que el crimen fue atroz. Del mismo modo, podemos vislumbrar cuán terrible debe ser el pecado a los ojos de Dios observando el castigo dado por su causa-- el castigoeterno. Yo temo por usted... Por favor, mírese honestamente en el espejo de la Ley, después busque el “agua” que limpia todo pecado. Si usted no cree lo que estoy diciendo acerca de la realidad del Infierno, ello significa que usted piensa que Dios es corrupto (que Él no tiene agallas morales para buscar la justicia), que Jesús fue un mentiroso, que los Apóstoles fueron testigos falsos, que las promesas de Dios no son más que mentiras prefabricadas, y que no hay mayor insulto para Dios que llamarle mentiroso. Haciendo esto, está usted añadiendo más transgresión.
¿Puede usted ver su dificultad? Usted es culpable de pecado en contra de Dios mismo y, porque usted tiene conciencia, usted ha pecado "con conocimiento." ¿Acaso no es cierto que cada vez que usted mintió, robó, codició, etc., lo hizo con conocimiento de que estaba mal? ¿Le asusta el hecho que usted haya pecado contra Dios? Debería asustarle. En realidad usted le haenfurecido por su pecado. La Biblia dice que Su ira está sobre usted, que usted es un "enemigo de Dios en su mente a través de sus malas obras." Pero haga que el temor obre para su bien, del mismo modo que el temor de saltar de un avión a gran altura le haría que se pusiera un paracaídas. Que su voluntad de vivir abra su corazón al evangelio de salvación. No soy yo el único que no desea que usted acabe en el Infierno.Las personas que hay tras este sitio web le aman lo suficiente como para publicar esta información y arriesgarse a ser rechazados y ridiculizados, y Dios mismo no quiere que usted perezca. Para hacer patente las cosas increíbles que Él ha hecho por usted en el evangelio, observemos una vez más la ley civil: No fue poco que Jesús muriera por nosotros. Lo único que podría satisfacer las exigencias de la Ley Eterna era la muerte sufriente del Hijo de Dios inmaculado. ¡Qué amor debe tener Dios por usted! Él sufrió una agonía indecible, para que usted no tuviera que ser castigado por sus pecados. Su muerte sacrificial y su resurrección significan que usted ya no tiene que estar en deuda para con la Ley, y Dios puede concederle vida eterna si usted Le obedece-- la muerte ya no tiene poder legal sobre aquellos que pertenecen a Jesucristo. Dos hombres estaban sentados en un avión y les ofrecieron un paracaídas. Al primer hombre se le dijo que mejoraría su vuelo, pero el segundo fue informado que tenía que hacer un salto de 25.000 pies. Cuando el avión fue sorprendido por intensas turbulencias, el primer hombre se quitó el paracaídas, porque por lo que a él concernía no mejoraba el vuelo. Pero, durante la misma turbulencia, el segundo hombre se aferró más fuertemente a su paracaídas. Los motivos que tenían cada uno de los hombres para ponerse el paracaídas determinaban si lo iban a mantener o no. De la misma forma, la razón por la cual usted debería " aferrarse al Señor Jesús " no debería ser hallar la paz, el gozo, la felicidad verdadera, o enmendar su matrimonio o resolver sus problemas, etc. (para mejorar su vuelo). Debería ser para escaparse del salto venidero a causa del hecho de que usted tiene que pasar a través de la puerta de la muerte. Entonces, cuando el vuelo se convierta en turbulento (cuando vengan los problemas) usted no se apartará de la fe. ¿Qué debería hacer usted? Simplemente arrepiéntase (en Inglés) y ponga su confianza en Jesucristo como su Salvador y Señor. No lo deje para mañana. ¿Vendería usted uno de sus ojos por un millón de dólares? ¿Y ambos por 20 millones? Nadie en sus cabales lo haría. Sus ojos son preciosos para usted, y sin embargo son tan solo las ventanas de su alma. Su vida (su alma) es tan valiosa que Jesús dijo que usted debería desdeñar el valor de sus ojos comparados con ella. Él dijo que si su ojo le es causa de pecado, debería arrancarlo y echarlo de usted, porque es mejor entrar en el cielo ciego que ir al infierno viendo (Mateo 18:9). Dicho de otro modo, de todas las cosas de su vida usted no debería enfatizar su salud, su vocación etc. sino su salvación eterna. Piense acerca de un hombre que haya cometido adulterio. Su esposa fiel está dispuesta a aceptarle de nuevo, por lo tanto ¿ Con qué actitud debería él acercarse a ella ? Debería hacerlo con una actitud de gran humildad, pidiendo perdón, y habiendo determinado en su corazón no pensar nunca más en cometer adulterio nuevamente. Así es cómo usted debería acercarse a Dios (véase la oración de David en el Salmo 51). Ponga su fe en Jesucristo de la misma forma que pondría su fe en un paracaídas. No “crea” simplemente que el paracaídas le ayudará, ponga su confianza de veras en él abrochándoselo. Confiese a Dios que usted ha quebrantado Su Ley y ha pecado contra Él. Pídale que le perdone de sus pecados. Dele gracias por la muerte de Jesucristo en la cruz en su lugar, pagando por sus pecados. Crea que Él resucitó de nuevo y venció la muerte por toda la humanidad. Acepte Su regalo gratuito, la vida eterna, un don que usted jamás podría ganar. Ponga su confianza en Él como su Salvador y Señor. Entonces, tras haber hecho las paces con Dios, lea La Biblia y obedezca lo que lee (en Inglés).
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