lunes, 12 de diciembre de 2011

MANSEDUMBRE.


MANSEDUMBRE, MANSO
 A. NOMBRES 1. prautes, o praotes, (prau>vth"/, 4240), forma anterior, denota mansedumbre. En su utilización en las Escrituras, donde tiene un significado más pleno y profundo que en los escritos griegos seculares, consiste «no solo en el comportamiento externo de la persona; ni tampoco en sus relaciones con sus semejantes; tampoco se trata meramente de su disposición natural. Más bien es una obra efectuada en el alma; y se la ejerce en primer lugar y ante todo para con Dios. Es aquella disposición de espíritu con la que aceptamos sus tratos con nosotros como buenos, y por ello sin discutirlos ni resistirlos. Este término está estrechamente relacionado con la palabra tapeinofrosune, humildad, y es una directa consecuencia de ella (Eph_4:2; Col_3:12); cf. los adjetivos en la LXX en Zep_3:12, «humilde y pobre»; son solo los de corazón humilde que son también mansos, y que, como tales, no luchan contra Dios ni se enfrentan ni contienden con Él. Sin embargo, esta mansedumbre, siendo ante todo una mansedumbre ante Dios, lo es también ante los hombres, incluso ante hombres malos, en base de estar consciente de que estos, con todos los insultos y malos tratos que puedan inflingir, son permitidos y empleados por Dios para la disciplina y purificación de sus elegidos» (Trench, Synonyms, ¶xlii). En Gl 5.23 se asocia con enkrateia, dominio propio o templanza. El significado de prautes «no se expresa fácilmente en castellano, porque el término que se usa comúnmente, mansedumbre, sugiere debilidad y pusilanimidad en mayor o menor grado, en tanto que prautes no lo denota en absoluto. Sin embargo, es dificil encontrar una traducción menos expuesta a objeciones que «mansedumbre»; se ha sugerido «gentileza», pero prautes describe una condición de mente y corazón, y, como «gentileza» es más bien apropiada a acciones, este último término no es mejor que el primero. Por ello, se tiene que comprender con claridad que la mansedumbre manifestada por el Señor y recomendada al creyente es resultado de poder. La suposición que se hace comúnmente es que cuando alguien es manso es porque no puede defenderse; pero el Señor era manso porque tenía los infinitos recursos de Dios a su disposición. Descrita en términos negativos, la mansedumbre es lo opuesto a la afirmación propia y al propio interés; es una ecuanimidad de espíritu que ni se entusiasma ni se deprime, simplemente porque no se ocupa en absoluto del propio yo. «En 2Co_10:1 el apóstol apela a la «mansedumbre … de Cristo». Se instruye a los cristianos que muestren «toda mansedumbre para con todos los hombres» (Tit_3:2), porque la mansedumbre conviene a «los escogidos de Dios» (Col_3:12). Al «hombre de Dios» se le apremia a exhibir esta virtud; tiene que seguir «la mansedumbre» por ella misma (1Ti_6:11; los textos más comúnmente aceptados tienen aquí el Nº 2), y estar a su servicio, y debe muy especialmente exhibir «espíritu de mansedumbre» con los «ignorantes y descarriados» (1Co_4:21; Gl 6.1); incluso a aquellos «que se oponen» hay que corregirlos con mansedumbre (2Ti_2:25). Santiago exhorta a sus «amados hermanos» a recibir «con mansedumbre la palabra implantada» (Jam_1:21). Pedro ordena «mansedumbre» en la exposición de la base de la esperanza cristiana (1Pe_3:15)»¶ (de Notes on Galatians, por Hogg y Vine, pp. 294,295). 2. praupathia (praupaqiva, 4239), disposición mansa, mansedumbre (praus, manso; pasco, sufrir). Se encuentra en 1Ti_6:11, en los textos más comúnmente aceptados.¶ B. Adjetivo praus o praos (prauv", 4239), denota gentil, manso, afable. Para su significado, véase A, Nº 1. Cristo lo usa de su propia disposición (Mat_11:29); la incluye en la tercera de sus bienaventuranzas (5.5); se predice de Él como el Rey Mesías (21.5), citado de Zec_9:9; es un ornamento de la profesión cristiana (1Pe_3:4).¶ Cf. epios, gentil, de una disposición apacigua dora (1Th_2:7; 2Ti_2:24).¶

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