miércoles, 22 de junio de 2011

SUSURROS DE AMOR Por Angelica Perez Ortiz

Escuchar la Voz de Dios
“Y vendrán sobre ti todas estas bendiciones, y te alcanzarán, si oyeres la voz de Jehová tu
Dios...” Deuteronomio 28 1-4
Preparando una dinámica decidí agrupar varias sillas en desorden enfrente del salón de clases,
luego pedí un voluntario. La idea era que esta persona cerrara sus ojos y escuchara únicamente
mi voz siguiendo cada una de mis direcciones en plena confianza. Antes de preguntar por
voluntarios, hablé con una amiga para que mientras yo le hablara al voluntario ella le diera
direcciones incorrectas y tratara de distraerlo.
Una vez comienza la dinámica permití que el joven voluntario chocara con una silla, de repente,
su expresión facial decía: “¿Me dijiste que confiara y ahora me dejas chocar contra una silla?”
Pero eso era necesario para las siguientes directrices. Le ordené que moviera la silla a suizquierda, así lo hizo sucesivamente hasta que pedí que parara y abriera sus ojos. Para su
sorpresa se encontraba frente a un amigo quien le regaló una alegre sonrisa junto a los demás
compañeros. El joven expresó la incertidumbre y la desconfianza que sintió al seguir mis
direcciones luego del primer accidente con la silla.
¿Lo pueden ver? En la dinámica mi voz representaba la voz de Dios, y la de mi compañera era la
voz distractora, la voz del enemigo. El joven voluntario puede ser cualquiera de nosotros y todas
las sillas que tuvo que mover, arrastrar y levantar representa los obstáculos de nuestra vida
diaria. Dios nos afirma en su palabra que al escuchar su voz tendremos la dirección necesaria
para seguir, recibiremos bendición en abundancia y seremos plenos en TODO. También nos
afirma, que para aquellos que le aman, todo les viene para bien…aun cuando esto se vea malo o
doloroso.
Sin embargo, a medida que vayamos escuchando la hermosa voz de Dios, el permitirá que
tropecemos con una que otra silla o pupitre. ¿Por qué? No es que Dios sea un cruel maestro que
quiere vernos sufrir en medio de nuestro crecimiento y aprendizaje.
Es precisamente porque nos ama en sobremanera, que nos permite tropezar en ciertas ocasiones,
para que seamos capaces de crecer y aprender de las caídas. El no es quien crea los tropezones,
pero si quien los permite para aprovechar el crecimiento que estos puedan traer.
Muchas veces he oído decir que nada fácil dura, sin embargo lo que se adquiere con dificultad
perdura. Podremos sentir dolores de crecimiento, tropezones fuertes con sillas de madera o
quizás cemento, pero luego de cada tropezón recibiremos una enorme enseñanza, una bendición
que permanecerá para siempre.
El enemigo, no sabe cuál es el camino que Dios tiene trazado para ti, mucho menos conoce sus
planes. Lo que él sí sabe, es que Dios tiene un propósito único en tu vida, que te tiene separada
una bendición hermosa al final de la meta. El conoce nuestras debilidades. Así como Dios quiere
desarrollar en nosotros la capacidad confiar en Él. Este enemigo desea distraernos, fomentar la
inseguridad en nosotros y tapar nuestros oídos a la voz de Dios.
Esta noche, día, tarde, mañana propongámonos a oír únicamente la voz de Dios, no demos
espacio para la voz de los hombres, no dejemos tiempo ni prestemos nuestros oídos para la voz
del enemigo, descartemos del canal auditivo toda voz y pensamiento que no venga de parte de
Dios. Escuchemos su voz y dirijamos nuestros pasos de acuerdo a las direcciones que nos sean
dadas…lluvia de bendiciones descenderá en nuestras vidas y la sombra de Dios y su protección
morará con nosotros por todos los días.

Expresa tu Fe Hace un año leí un libro que me parecía muy interesante al principio pero que luego cambio mi
perspectiva de la vida cristiana por completo. Se llama “Locos por Jesús”, relata historias de
fervientes seguidores de Cristo que terminaron como mártires por su fe.
En las historias y relatos que he leído, las personas que viven estas experiencias las aprovechan
para hablar de la salvación a sus verdugos, compañeros de celdas, perseguidores y a veces a sus
propias familias que le dan la espalda. Ahora... ¿podría uno de nosotros decirle “Dios te ama y
yo también” a un enmascarado que te azota y golpea hasta que quedas inconsciente?
Verdaderamente aquellos que vivimos en países con libertad de expresión somos
abundantemente bendecidos. A veces, nos cohibimos de nuestra fe ante nuestros familiares,
compañeros de trabajo y amistades. Tal vez sí, experimentamos un poco de persecución, pues
muchos rechazan nuestra Fe Cristiana, y hasta repudian al los cristianos ¿pero qué hacemos
nosotros? Muchas veces silenciamos la voz de Dios dentro de nosotros por no enfrentar una
barrera que es mucho más débil que la que otros hermanos enfrentan en otros países.
Hoy te invito a expresar tu fe, no niegues a Dios, no hay persona o cosa en el mundo que valga lo
suficiente como para negar a tu Rey.  ¿Qué vas a hacer con la palabra de salvación dentro de ti,
guardarla o esparcirla como Dios te pide que lo hagas?
Recordemos que Dios ha llenado nuestros corazones de amor y que hemos sido llamados a traer
paz, no siempre tendremos que hablar para demostrar estas verdades en nuestras vidas. Lo
importante es dejarle saber a quienes nos rodean quién es la verdadera luz de este mundo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario